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| Inma Shara |
- Desde el World Business Forum (WOBI) Bogotá 2025, la reconocida maestra expone cómo la seguridad psicológica, la humildad y la valentía ante la vulnerabilidad son el verdadero motor del alto rendimiento organizacional en un entorno regional cada vez más impredecible.
El World Business Forum (WOBI) Bogotá 2025 celebró su décimo aniversario con una tesis clara para los ejecutivos de la región: el liderazgo del futuro debe desafiar lo imposible. El evento, que reunió a más de 1.300 ejecutivos se consolidó como el epicentro de la reflexión sobre el management en tiempos de cambio.
En este marco, la directora de orquesta española Inma Shara, una de las figuras más prestigiosas de la música clásica y autora de La batuta invisible: El liderazgo que genera armonía, ofreció una perspectiva crucial para los líderes: la respuesta a la incertidumbre no está solo en la data, sino en la armonía humana.
I. El doble reto del líder: Armonizar talento y emoción
La presencia de Inma Shara en el WOBI destacó la tensión permanente con la que trabaja un líder de alto nivel, quien debe ser un excelente estratega y, al mismo tiempo, un buen gestor de recursos humanos.
Su libro, La batuta invisible, explica que el director de orquesta se enfrenta al doble reto de todo líder:
Marcar unos objetivos compartidos por todos (la "partitura") que respeten la capacidad y la intuición artística de cada uno de los miembros del equipo (los "instrumentos").
Lograr que estos objetivos trasciendan en una interpretación que emocione y entusiasme al público (el cliente o mercado).
Este enfoque llevó a Shara a ser categórica: la mayor ventaja competitiva de una organización es lograr que los "solistas" (el talento de élite) se conviertan en "jefes de orquesta" al servicio del proyecto común.
"Un solista no me sirve. No quiera ser solista dentro de una estructura que te está dando además el alimento para desarrollarte", afirmó Shara durante su participación en el WOBI, instando a los ejecutivos a fomentar la humildad y el compromiso sobre el ego.
II. Liderazgo armónico: La batuta de la confianza
La clave para superar este doble reto es el concepto de la batuta invisible: la habilidad de influir e inspirar a través de la confianza en lugar de imponer el control.
La directora insiste en que el liderazgo que genera armonía es aquel que no teme a la fragilidad, creando un entorno donde la disciplina y el esfuerzo son compartidos. Es un liderazgo que se enfoca en cambiar la rutina por la pasión y el miedo por la determinación.
"No tener miedo (como líder) a la duda y a la vulnerabilidad... Se puede ser determinante, pero haciéndoles sentir partícipes de este proyecto", comentó Shara, haciendo eco de las ideas que también compartió con la revista Cumbre Latina y otros periodistas en el marco del Wobi 2025 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo en Bogotá.
Al final, la autoridad (autoritas) reside en la capacidad de conectar con el equipo y saber cuándo usar la batuta visible y cuándo abandonarla para dejar que la orquesta (el equipo) cante. El resultado de este liderazgo basado en la emoción y el talante es que lo cuantitativo (los resultados) llega "de per sé".
III. Esfuerzo, formación y la cultura de la paciencia
Finalmente, Inma Shara abordó un reto que trasciende lo empresarial: la necesidad de distinguir entre información y formación.
Si bien la tecnología es una ayuda, no sustituye el juicio humano ni el valor del esfuerzo. La directora advirtió que la sociedad actual fomenta el "consumo inmediato" y el desinterés por aquello que no suponga una retribución instantánea, un factor que afecta la formación de los nuevos líderes.
La vida no es un metrónomo. El líder debe entender que la tecnología, si bien ayuda, no sustituye el juicio humano ni el valor del esfuerzo. Shara instó a las empresas a fomentar la paciencia y a poner en valor el respeto por la tradición.
La conclusión que deja el WOBI para los ejecutivos es un llamado a la coherencia humana: solo priorizando la pasión, la disciplina y el respeto se puede transformar a un grupo de talentos individuales en una sinfonía de negocios capaz de interpretar el éxito en la compleja partitura global.
«Primero está el silencio. El podio, mi principal confidente. Y está el silencio. Detrás, un auditorio formado por centenas o miles de personas contiene la respiración. Y está el silencio. Enfrente, una orquesta formada por ochenta experimentados maestros también contiene el aliento, cada uno, concentrado, mantiene entre sus manos su instrumento , expectante ante mi primer gesto. Y está el silencio. En ese instante la atención se centra en mi primer movimiento gestual, en mis brazos, en mis manos...Y está el silencio. Doy la primera anacrusa del concierto. Y la música comienza. » Inma Shara.