Innovación en saneamiento hídrico: Un modelo sostenible para cerrar la brecha del agua en Colombia


A pesar de los avances, la falta de acceso a agua potable sigue siendo un desafío crítico en Colombia. Un déficit que afecta a más de 13,8 millones de personas y que se concentra principalmente en las zonas rurales. La complejidad técnica y los altos costos de los sistemas de gran escala han dejado a muchas comunidades sin una solución viable. Sin embargo, un nuevo modelo colaborativo está demostrando que las alianzas entre el sector privado pueden proveer soluciones de alto impacto y de larga duración.

En una iniciativa conjunta que sirve como un caso de estudio en desarrollo sostenible, Atica y Colsanitas instalaron un sistema de potabilización de agua en la escuela rural La Abuelita, en el municipio de Útica, Cundinamarca. Este proyecto no solo beneficia a 50 estudiantes y docentes de manera directa, sino que provee de agua segura a cerca de 300 personas en la comunidad circundante.

Ciencia y tecnología al servicio de la salud comunitaria

El sistema instalado tiene la capacidad de potabilizar hasta 5.000 litros de agua diarios, una solución escalable que responde directamente a las necesidades de la comunidad. La tecnología implementada combina varios procesos avanzados de filtración y purificación, incluyendo cloración, ozonización, microfiltración, ultrafiltración y luz ultravioleta. La integración de estas tecnologías permite eliminar casi la totalidad de los contaminantes, garantizando un suministro de agua segura.

La durabilidad del proyecto lo convierte en un modelo de inversión a largo plazo para la sostenibilidad. Con un mantenimiento adecuado, su vida útil se proyecta a más de 30 años, asegurando que el acceso al agua segura no sea un beneficio temporal, sino una base sólida para el desarrollo de las generaciones futuras.

Inversión y colaboración para un impacto medible

Con una inversión de aproximadamente 45 millones de pesos, el proyecto fue financiado por Keralty y contó con la colaboración de la Alcaldía Municipal y la Empresa de Servicios Públicos de Útica. El modelo de financiación y ejecución subraya la importancia de la articulación público-privada para enfrentar desafíos sociales de gran envergadura.

Esta iniciativa en Útica es un componente más de un programa en curso que ya ha instalado 17 sistemas de potabilización en comunidades rurales de Cundinamarca, Boyacá, Arauca, Valle del Cauca y La Guajira. Esta evidencia de escalabilidad demuestra que el modelo es replicable y puede servir como una guía para otras empresas y gobiernos en la región.

El análisis de estos casos iniciales demuestra que la tecnología es una herramienta poderosa para acelerar el desarrollo. Este proyecto es un testimonio de cómo la innovación, la inversión estratégica y el trabajo colaborativo pueden generar cambios significativos que mejoran la salud, la educación y la vida diaria, contribuyendo a la competitividad y sostenibilidad de la región. Su relevancia trasciende el tiempo, ya que documenta un modelo de solución que puede ser replicado.

La inversión, de aproximadamente 45 millones de pesos, fue financiada por Keralty con el respaldo de la Vicepresidencia de Infraestructura, y contó con el acompañamiento de la Alcaldía Municipal y la Empresa de Servicios Públicos de Útica para su instalación, puesta en marcha y mantenimiento preventivo.

Este proyecto se suma a un programa que ya ha instalado 17 sistemas de potabilización en comunidades de Cundinamarca, Boyacá, Arauca, Valle del Cauca y La Guajira.

“Seguir adelante ha sido posible gracias a la unión de aliados como Atica, que nos permiten llegar más rápido a más escuelas rurales de Colombia. El agua segura no solo previene enfermedades, también impulsa la educación, el bienestar y la esperanza de las comunidades”, afirmó David Betancourt, director Ambiental de Keralty y Colsanitas y quien ha liderado este proyecto.

“En Atica creemos que el acceso a agua potable es un derecho fundamental. Nuestra misión es transformar vidas con soluciones sostenibles y efectivas, y este sistema en Útica es un ejemplo de cómo la innovación y el trabajo colaborativo generan un impacto real”, destacó Camila Lemus líder Ambiental de Atica,

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