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Bodegón con materiales orgánicos, Cortesía Utadeo |
El diseño industrial está reescribiendo la narrativa de los residuos. En un giro innovador hacia la sostenibilidad y la economía circular, lo que antes se consideraba desecho –como el fique, maíz, enea, esparto e incluso hongos– ahora se convierte en la base de biomateriales de alto valor. Estas innovaciones no solo reemplazan compuestos contaminantes, sino que abren un abanico de soluciones para diversas industrias.
Este enfoque disruptivo impulsa la economía circular al máximo, aprovechando recursos locales y forjando nuevas cadenas de valor que benefician directamente a las comunidades rurales. Un ejemplo contundente de esta visión transformadora emerge del programa de Diseño Industrial de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano (Utadeo).
Juan Manuel España, director del Área Académica de Diseño de Producto de Utadeo y líder de investigaciones de la universidad en este sentido, subraya la esencia de este cambio de paradigma: “El diseño industrial viene desarrollando nuevos materiales que puedan utilizarse en diferentes productos. En Utadeo partimos principalmente desde residuos de procesos agrícolas, como fibras o materiales vegetales, que podamos emplear como refuerzo o carga dentro de dos líneas de material”.
Innovación con propósito: Diseñando un futuro más limpio
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Biomateriales, cortesía Utadeo |
La clave de estos avances radica en un principio cardinal del diseño industrial contemporáneo: diseñar desde la sostenibilidad. Esto implica una meticulosa selección de residuos agroindustriales. Fibras naturales, almidones y subproductos como la cáscara de huevo o el café son transformados. Al combinarlos con resinas ecológicas o almidones, se crean biopolímeros y compuestos avanzados que no solo minimizan el impacto ambiental, sino que abren vías prometedoras en sectores productivos clave. Si te interesa profundizar en cómo la creatividad impulsa la creación de nuevos materiales, te invitamos a leer también nuestro artículo sobre El lápiz de acero 2025: Materiales innovadores.
España enfatiza la eficiencia de estas soluciones: “Estamos reemplazando este tipo de materiales por fibras vegetales que ofrecen muy buenas prestaciones técnicas y, al mismo tiempo, son mucho más eficientes en términos de sostenibilidad”. Un testimonio claro de cómo la creatividad del diseño y la ciencia de materiales, gestada en la Universidad, están brindando soluciones tangibles y de alto rendimiento.
Alternativas sostenibles para industrias de alto impacto ambiental
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Autopartes con biomateriales, cortesía Utadeo |
La contribución de estos nuevos biomateriales es innegable, especialmente al considerar el vasto volumen de "desechos" generados por industrias tradicionales. Datos como que la construcción es responsable del 30% al 40% de los desechos sólidos globales (World Bank Group – What a Waste 2.0), o que el calzado recicla apenas entre el 1% y el 20% de sus más de mil millones de pares anuales (Fashion Revolution / Circular Footwear Alliance), subrayan la urgencia de estas innovaciones. Además, el 40% del plástico mundial se destina a empaques, con solo un 10% de reciclaje efectivo (Ellen MacArthur Foundation y OECD).
Frente a este desafío, el diseño industrial colombiano ofrece alternativas concretas y probadas. Estos, por ejemplo, son algunos proyectos innovadores que se están desarrollando desde el programa de Diseño Industrial de la Utadeo:
- Compuestos con resinas y fibras naturales: La fusión de resinas ecológicas con residuos de fique, maíz o enea da vida a materiales resistentes y ligeros. Son ideales para la construcción (mesones, separadores, recubrimientos con una estética natural) y están impactando la industria automotriz, donde el semillero ‘Pensamiento en Diseño: (Fibroterritorialidades)’ de la Universidad ha investigado el reemplazo de la fibra de vidrio por compuestos vegetales. Incluso el calzado se beneficia, con suelas de componentes vegetales probadas exitosamente con empresas del sector.
- Biopolímeros a partir de almidones naturales (‘Waku’): Desarrollados en la Utadeo, estos bioplásticos biodegradables emulan las propiedades de los plásticos tradicionales, pero con una degradación acelerada. Una solución prometedora para el sector de empaques, donde la incorporación de materiales reciclados puede reducir la huella de carbono hasta en un 50% (WRAP UK).
- Materiales cerámicos de cáscara de huevo (‘Namica’): La cáscara de huevo, un residuo común, se transforma en materia prima para piezas cerámicas únicas en la Universidad. Este biomaterial innovador es perfecto para el diseño de producto, mobiliario y diseño de interiores, generando nuevas líneas de diseño local con potencial de proyección internacional.
Innovación con impacto social y proyección global
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Resinas y fibras con biomateriales, cortesía Utadeo |
Estos desarrollos no se limitan a la creación de materiales innovadores. Todo el proceso de investigación se realiza en los laboratorios de la Utadeo, utilizando "desechos" de cultivos y procesos agrícolas de campesinos colombianos. Esta colaboración directa forja una sinergia donde la sostenibilidad es tanto ambiental como social. Al transformar la "basura" en un recurso, se abren nuevas oportunidades económicas y se construye valor desde la base.
El profesor España destaca el profundo impacto de este enfoque integral:
- Aprovechamiento de residuos: Convierte un problema ambiental en una solución, atacando la contaminación y ofreciendo alternativas viables.
- Generación de oportunidades económicas: Impulsa el desarrollo rural y vincula a los productores del campo en valiosas cadenas de valor.
- Proyección global para Colombia: Posiciona al país como un referente en innovación de materiales, capitalizando su vasta biodiversidad para crear propuestas únicas y competitivas a nivel mundial.
El diseño industrial colombiano, a través de iniciativas pioneras como las de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, no solo ofrece alternativas a los materiales contaminantes, sino que se erige como un motor de desarrollo, promoviendo la reactivación económica local y proyectando la capacidad innovadora de la región en el escenario global de la sostenibilidad.