El crecimiento del comercio electrónico, las billeteras digitales y los nuevos canales de pago han transformado la relación de las empresas y los consumidores con el dinero. Sin embargo, esta evolución ha traído consigo una nueva y preocupante ola de ciberamenazas. Frente a este panorama, la tokenización se ha posicionado como la solución clave para redefinir tanto la seguridad como la experiencia del usuario en los pagos digitales.
Según Paymentology, emisor-procesador de pagos líder a nivel mundial, la tokenización es la nueva arquitectura de seguridad para el comercio digital. Este proceso sustituye los datos sensibles de una tarjeta, como el número de cuenta, por un identificador único o token, que no puede ser reutilizado ni extraído para cometer fraude.
“Estamos entrando en una era en la que las tarjetas físicas dejarán de ser el canal principal de pago. Los tokens ya no son solo herramientas de protección, son habilitadores de una experiencia omnicanal sin fricciones”, afirma Alejandro del Río, Director Regional para Latinoamérica de Paymentology.
Seguridad y eficiencia en una sola capa
En Latinoamérica, los pagos digitales y electrónicos representan el 60% del gasto del consumidor, según datos de PCMI. Este crecimiento ha hecho de la ciberseguridad una prioridad para bancos, fintechs y comercios, haciendo que la adopción de tecnologías como la tokenización ya no sea una opción, sino una condición indispensable para la competitividad.
Grandes actores globales están impulsando este cambio. Según Visa, ya se han emitido más de 10 mil millones de tokens en su red, mientras que Mastercard ha anunciado que para 2030 eliminará el ingreso manual de tarjetas y contraseñas en el comercio electrónico. Ambas compañías anticipan una transformación profunda en la infraestructura financiera global, con un modelo basado en pagos tokenizados.
Tendencias que marcarán el futuro de los pagos
La demanda de un consumidor que busca cada vez más seguridad sin fricción está impulsando tendencias que la tokenización hace posibles:
- Pagos sin tarjetas visibles ni contraseñas: La industria avanza hacia la autenticación biométrica y la eliminación del ingreso manual de información en e-commerce.
- Autogestión como nueva norma: Los consumidores pueden controlar en tiempo real el uso de sus tarjetas, activando o desactivando funciones como pagos sin contacto o transacciones internacionales directamente desde su teléfono.
- Digitalización inmediata: El “push provisioning” permite a los usuarios agregar su tarjeta a billeteras digitales (como Apple Pay, Google Pay o Samsung Pay) en segundos, incluso antes de recibir el plástico físico, reduciendo tiempos de activación y aumentando el uso desde el primer día.
- Gestión inteligente del riesgo: La tokenización permite implementar reglas dinámicas de seguridad, como límites de gasto personalizados, monitoreo por geolocalización o suspensión instantánea de tokens comprometidos.
En un ecosistema donde la seguridad, la velocidad y la experiencia del usuario son inseparables, la tokenización se convierte en el motor de una nueva generación de pagos digitales invisibles.
“Quienes adopten la tokenización hoy no solo estarán protegidos frente al fraude: estarán sentando las bases para competir en un ecosistema donde la velocidad y la experiencia del usuario son inseparables. El futuro de los pagos ya no es una posibilidad, es una exigencia, y los emisores que actúen a tiempo serán los líderes de la próxima generación financiera”, concluye Alejandro del Río.