- La inteligencia artificial aprovecha computadoras y máquinas robóticas para imitar las capacidades de resolución de problemas y toma de decisiones de la mente humana.
- De acuerdo con un reciente estudio global de IBM, 3 de cada 4 empresas están explorando o implementando Inteligencia Artificial.
Cada vez es más frecuente conocer referencias sobre la necesidad de regular el uso de la Inteligencia Artificial en diferentes campos, dadas las múltiples situaciones en las que su mal uso ha generado riesgos en ámbitos legislativos, generación de contenidos falsos por falta de validación de la información, entre varios otros.
Pero tal vez para algunos profesionales el tema de la IA solo los lleva a pensar en una de las herramientas existentes y más sonadas: ChatGPT, sin embargo, esta tecnología existe desde 1943 cuando Warren McCulloch y Walter Pitts presentaron su modelo de neuronas artificiales, el cual se considera el primer trabajo del campo de inteligencia artificial.
Expertos en diferentes campos como el jurídico, el tecnológico o el empresarial se han mostrado preocupados por estas nuevas tecnologías ya que si bien es una herramienta que pretende facilitar el trabajo, también existe la posibilidad de que muchos trabajadores sean “reemplazados” por la inteligencia artificial.
Andrés DaCosta, socio de la firma laboral Godoy Córdoba, lo ha analizado desde lo que se podría hacer en un entorno laboral “si bien la inteligencia artificial puede ayudar, tal vez, en casos como los procesos de reclutamiento, en donde me piden tener políticas antidiscriminación, por ejemplo, tenemos que pensar que alguien le tiene que indicar a la IA desde qué parámetros empezar a seleccionar a los candidatos, de lo contrario simplemente realizará la acción al azar y no se elegirá de manera objetiva y correcta a la persona adecuada para el proceso. Pensar que la IA puede reemplazar puestos de trabajo me lleva también a indagar a fondo en cuántos puestos nuevos de trabajo se crearán también”.
Y es que las diferentes IA que existen en la actualidad no fueron pensadas en resolver la vida de sus usuarios, sino en optimizar el tiempo y apoyar ciertas labores que en ocasiones pueden ser demoradas por el simple hecho de requerir reunir información de muchas fuentes.
Es por ello que actualmente las empresas se preguntan si la IA se debe reglamentar en su uso al interior de las empresas o definitivamente prohibirla para evitar problemas en el largo plazo.
La ley colombiana, al igual que en muchos países de Latinoamérica e incluso de Norteamérica y Europa, no tiene legislación al respecto, aún no se ha hecho claridad sobre qué sucede si un trabajador emplea esta tecnología para desarrollar su trabajo y este queda mal ejecutado o simplemente se comprueba que sus responsabilidades como profesional están siendo delegadas a este tipo de plataformas.
Alejandro Trejos, Socio BDS Asesores de Costa Rica, ha hecho referencia a un caso relacionado a lo anteriormente mencionado que se dio en los Estados Unidos con un profesional en derecho “tenemos el primer caso en este país en el que un abogado construyó toda una demanda en Nueva York en contra de una aerolínea en donde incluso presentaba antecedentes, al momento en que el equipo de la defensa ve esto le solicita los números de sentencia de estas demandas para validar lo que está diciendo y notan que no existen y la IA fue quien en pocas palabras se inventó el caso”.
Por este y otro tipo de situaciones es que hoy día firmas de abogados y diferentes organizaciones se plantean cuál es el “deber ser” en estos casos, ya que si bien la respuesta debería ser “ante una falta debe haber una sanción”, empresas de desarrollo de software, por ejemplo, no ven como algo malo el uso de esta tecnología para el desarrollo de las tareas diarias, entonces ¿Cómo limitar su uso? ¿Cuándo se debe sancionar? ¿Qué es sancionable y qué no?, sin duda son incógnitas que no se podrán resolver hasta el momento en que los diferentes implicados lleguen a un acuerdo y los gobiernos tomen cartas en el asunto para definir si estas innovaciones deben permear la vida diaria de sus ciudadanos o se restringirá el uso para ciertas profesiones y roles.
“En el contexto laboral colombiano, es imperativo que por iniciativa gubernamental o privada se promuevan prácticas responsables en el uso de inteligencia artificial, asegurando así un equilibrio entre el desarrollo, la innovación y la competitividad, y la protección de los derechos fundamentales de los trabajadores. Para lograr esto, es esencial que las empresas designen un líder responsable de ética en la IA y establezcan reglas claras para mitigar diversos riesgos. Además, contar con sistemas de inteligencia artificial explicables y llevar a cabo pruebas para identificar sesgos, son pasos cruciales”, puntualizó DaCosta.
Es fundamental comprender que los beneficios de estas prácticas no se limitan a las empresas, sino que se extienden a toda la sociedad colombiana. La inteligencia artificial ya es una realidad en nuestro país y está transformando diversos sectores económicos. Al adoptar medidas responsables, todos los actores de la sociedad, desde los empleados hasta los empleadores y el gobierno, se verán beneficiados. Esta evolución tecnológica abre nuevas posibilidades y le permite al mundo avanzar hacia un futuro laboral más equitativo y sostenible para todos.