Tratamiento de la epilepsia: nuevas alternativas más allá de la medicación


  • Mayo Clinic presenta soluciones que pueden beneficiar a más de 300.000 personas con epilepsia en Colombia

La medicación ha sido durante mucho tiempo el pilar del tratamiento para personas con epilepsia, pero no detiene las convulsiones en todos los casos y puede conducir a efectos secundarios significativos. Las nuevas opciones en uso o en desarrollo incluyen dispositivos y terapias génicas y celulares destinadas a restablecer o rehabilitar los circuitos cerebrales que provocan las convulsiones, explica el Dr. Jonathon Parker, neurocirujano en Mayo Clinic en Phoenix y director del Laboratorio de Investigación de Neuroelectrónica Basada en Dispositivos.

El objetivo es un enfoque personalizado que proporcione a los pacientes las opciones de tratamiento más seguras y eficaces para ellos, dice el Dr. Parker.

"La epilepsia por sí sola tiene un gran impacto en la calidad de vida. Se producen estos episodios o crisis intermitentes e impredecibles – tormentas eléctricas en el cerebro – que pueden afectar a la capacidad de comunicarse y de controlar el cuerpo.  A menudo, las personas pierden la consciencia”, comenta. "Es una enfermedad realmente desafiante de convivir." 

La medicación controla las convulsiones en muchos pacientes, pero puede conducir a efectos secundarios como somnolencia, alteraciones cognitivas, cambios de humor y una sensación de confusión mental, lo que afecta aún más a la calidad de vida, explica el Dr. Parker.

La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más comunes del mundo y de acuerdo con estadísticas mundiales, afecta aproximadamente a 50 millones de todas las edades. Sus posibles causas incluyen factores genéticos, daño cerebral, tumores cerebrales, accidente cerebrovascular y otras enfermedades de los vasos sanguíneos, e incluso algunas infecciones. A menudo, la causa de la epilepsia de una persona permanece desconocida. 

De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina, en Colombia, se estima que aproximadamente 300.000 personas conviven con esta condición, siendo la mayoría adultos en edad productiva, entre los 19 y 59 años.

"En hasta un tercio de los pacientes con epilepsia, los medicamentos eventualmente no pueden controlar las convulsiones," dice el Dr. Parker. En esos casos, la cirugía para quitar o ablacionar la parte del cerebro que provoca las convulsiones ha sido, tradicionalmente, la siguiente opción a tener en consideración, añade. En la ablación, la energía del láser se canaliza para desactivar el tejido epiléptico.

"Sin embargo, ha habido un cambio de paradigma, y ahora contamos con nuevas opciones para intentar rehabilitar eléctricamente los circuitos anormales que provocan las convulsiones, un tipo de tratamiento denominado neuromodulación," dice el Dr. Parker. "Y estamos investigando terapias regenerativas para intentar abordar la causa raíz y reparar el cerebro a nivel celular o molecular, en lugar de quitar el tejido cerebral o reiniciar el cerebro."

Neuromodulación

Utilizando técnicas de estimulación cerebral profunda, los neurocientíficos de Mayo Clinic buscan señales tempranas en el cerebro que ayuden a detener las convulsiones. En su iniciativa de descubrimiento de biomarcadores, un equipo de investigadores evalúa cómo distintos patrones de estimulación afectan a diferentes partes del cerebro.

"Buscamos por esa huella dactilar de la señal cerebral que nos diga 'sí, estos son los parámetros de estimulación adecuados que están llevando al cerebro hacia un estado en el que las convulsiones son menos probables," dice el Dr. Parker. "En los pacientes que sufren múltiples ataques, a veces diarios o semanales, si logramos reducirlos de manera drástica, esto les permitirá vivir sus vidas de manera mucho más predecible y realizar con mayor facilidad las actividades que les gustan, sin tener que vivir con el miedo a estos ataques neurológicos incontrolables." 

La estimulación cerebral profunda consiste en implantar electrodos en el cerebro capaces de generar impulsos eléctricos para tratar determinadas afecciones médicas, como la epilepsia. El equipo incluye ingenieros, médicos y neurocientíficos que analizan las señales eléctricas del cerebro y extraen información para determinar los parámetros adecuados del dispositivo de estimulación cerebral profunda de cada paciente.

Terapia celular neuronal

El Dr. Parker y sus colegas están estudiando terapias basadas en células para ayudar al cerebro a recuperar su capacidad de regular su actividad eléctrica. 

"Se puede considerar la epilepsia, en cierto modo, como un trastorno de la regulación anormal de las neuronas cerebrales. En un cerebro sano, algunas señales excitan el cerebro y otras lo inhiben, y existe un equilibrio constante entre neuronas excitadoras y neuronas inhibidoras que permite que el cerebro funcione normalmente," explica.

En las personas con epilepsia, el cerebro a veces pierde interneuronas, que son las neuronas encargadas de frenar las señales.  "Hay una tendencia a que las neuronas se exciten en exceso y acaben atrayendo a otras neuronas a eso, creando una actividad eléctrica rítmica en el cerebro conocida como convulsión," dice el Dr. Parker. 

La idea detrás de la terapia celular es trasplantar interneuronas en la zona del cerebro afectada por la epilepsia, el lóbulo temporal, de modo que las interneuronas persistan y ayuden a restablecer el equilibrio normal, añade.

Terapia génica

El Dr. Parker es colíder de un equipo de investigación de Mayo que investiga una potencial terapia génica para la epilepsia.

El enfoque de la terapia génica consiste en analizar proteínas o canales iónicos específicos en las células que controlan si una célula va a estar activa o inactiva, explica. En la epilepsia, algunos de estos "porteros" no funcionan normalmente. 

"Se abren y cierran de manera incorrecta, o permanecen abiertos o cerrados demasiado tiempo. Las neuronas se excitan, y esa excitación se propaga de manera incontrolada, lo que desencadena una convulsión," dice el Dr. Parker.

El equipo está estudiando el uso de un adenovirus, un virus común en el organismo, para suministrar la terapia destinada a reducir la actividad de los genes en la parte del cerebro donde se originan las convulsiones, dice.  

"Las opciones de las que disponemos están cambiando," afirma el Dr. Parker. "Están mejorando año tras año."  

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente