Los satélites de órbita terrestre baja están transformando la conectividad en Latinoamérica, permitiendo la transmisión de datos en regiones fuera del alcance de las redes tradicionales. Esta revolución tecnológica impacta sectores clave como la agricultura, el medio ambiente y la infraestructura, abriendo nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social en la región.
El desafío de la conectividad en Latinoamérica
El acceso a Internet sigue siendo desigual en Latinoamérica. Si bien las ciudades cuentan con infraestructura avanzada, muchas comunidades rurales y remotas aún enfrentan dificultades para acceder a redes de comunicación estables. Esta brecha digital limita la adopción de tecnologías clave para la productividad y el crecimiento, afectando industrias esenciales para el desarrollo sostenible.
Para abordar esta problemática, las soluciones de Internet de las Cosas (IoT) satelital están cobrando protagonismo. Gracias a los satélites de órbita baja (LEO, Low Earth Orbit), es posible conectar dispositivos y sensores en los lugares más aislados, sin necesidad de depender de redes terrestres tradicionales. Según el informe de OMDIA «Satellite IoT Market Analysis», se estima que las conexiones de IoT satelital en el mundo crecerán hasta los 29,9 millones en 2030, consolidándose como una alternativa eficiente y accesible para la digitalización.
Expansión de la cobertura satelital en Latinoamérica
Un hito reciente en esta transformación fue el lanzamiento en enero de 2025 de cuatro nanosatélites LEO a la constelación UltraLite de Myriota, empresa global en conectividad satelital para IoT. Esta expansión, realizada en colaboración con Spire, proveedor mundial de servicios espaciales, fortalece la capacidad de la red de Myriota para garantiza una cobertura robusta para aplicaciones IoT en Latinoamérica.
Los satélites fueron lanzados en el marco de la misión Transporter-12 de SpaceX, permitiendo que los servicios de Myriota se expandan a mercados clave en la región, incluyendo México, Brasil, Chile, Argentina y otros países de América Latina.
Además de la expansión geográfica, la tecnología de IoT satelital de Myriota destaca por su bajo consumo energético y accesibilidad. Sus sensores pueden operar con solo dos pilas AA durante años, sin necesidad de infraestructura local ni altos costos de mantenimiento. Con un costo total de propiedad (TCO) hasta 50 veces menor para operaciones remotas, las empresas pueden acceder a datos cruciales mientras reducen la necesidad de inspecciones manuales—ahorrando tiempo, recursos y dinero.
Según Oscar Delgado, Director de Ventas para LATAM de Myriota, la conectividad satelital está democratizando el acceso a la tecnología en la región, permitiendo que más empresas y comunidades adopten soluciones IoT sin depender de redes terrestres. «Cuanto más accesible y coherente sea la información, más eficientes serán las acciones, generando una adopción generalizada y, en consecuencia, la democratización», concluyó.
Latinoamérica y su trayectoria en satélites de órbita baja
Latinoamérica ha sido pionera en la adopción de tecnologías satelitales. En Argentina, por ejemplo, la regulación de los satélites de órbita baja se inició con la Resolución N° 2325 del 8/8/97, permitiendo el desarrollo de constelaciones para la comunicación en zonas remotas. Estas iniciativas han sido clave para que Latinoamérica avance en la autonomía de su infraestructura de telecomunicaciones.
La conectividad satelital ya tiene un impacto significativo en diversas industrias en la región:
- Agricultura: Sensores conectados optimizan el riego, el monitoreo del suelo y el control climático, beneficiando explotaciones agrícolas en zonas alejadas.
- Logística: IoT satelital permite rastrear la ubicación de mercancías, supervisar el estado de flotas y realizar mantenimiento predictivo en rutas remotas.
- Gestión ambiental: Sistemas de monitoreo remoto vigilan cuencas hidrográficas, bosques y zonas de conservación, impulsando acciones preventivas para la protección del medio ambiente.
- Minería y energía: Sectores estratégicos de Latinoamérica se benefician al operar en regiones con conectividad limitada, asegurando una gestión eficiente de recursos.
Más allá de la ampliación de cobertura, el uso de satélites propios fortalece la seguridad y autonomía de las comunicaciones en Latinoamérica, reduciendo la dependencia de redes terrestres inestables y ofreciendo resistencia frente a fenómenos climáticos extremos, ciberataques y sobrecargas en infraestructuras tradicionales.
La transformación digital en Latinoamérica avanza con fuerza, y el IoT satelital se posiciona como una herramienta clave para cerrar la brecha digital y garantizar un desarrollo sostenible e inclusivo en toda la región.