Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad grave todo cambia en su vida, no solo su salud, su físico y su estabilidad mental se ven implicadas, sino que también su entorno familiar, la estabilidad laboral, el cuidado de la familia y economía se afectan con gastos no contemplados como la compra de suplementos alimenticios, medicamentos y hasta el transporte recurrente a los centros asistenciales para recibir tratamientos.
Según el Instituto Nacional de Cancerología (INC), al año se detectan más de 80 mil casos nuevos de cáncer en Colombia y de acuerdo con el Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, a pesar de que se ha alcanzado el 99,6% de cobertura en prestadores de salud en el país, entendidos como clínicas y hospitales, aún se encuentran 700 municipios sin ni siquiera un centro de salud debido a que los anteriores se distribuyen en la zona norte, occidental y central del territorio. Lo cual genera preocupación ya que los municipios y departamentos con más diagnósticos de cáncer señalados por el INC son Risaralda, Quindío, Arauca, La Guajira, Caquetá, el Huila, entre otros.
Es en ese momento cuando un alivio económico se convierte en el salvavidas del proceso. De acuerdo con la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), desde la pandemia en Colombia se elevó el interés por adquirir un seguro de salud, actualmente son 1.3 millones de personas que cuentan con uno y más de 25 millones que han adquirido un seguro de vida.
En el país existen múltiples aseguradoras que ofrecen beneficios a las personas cuando deben asumir los gastos de una enfermedad grave no cubiertos por el PBS. Seguros Alfa, por ejemplo, cuenta con un plan de seguro de cáncer femenino y masculino, brindando un respaldo económico mediante diferentes coberturas.
Por un lado, la cobertura básica, en la que ofrece un auxilio funerario de muerte por cáncer y pago por diagnóstico de seno, ovarios, cuello uterino, próstata, testículos o mama por primera vez; las coberturas opcionales en caso de ser diagnosticado por primera vez en cualquier órgano del cuerpo, recibiendo un valor monetario que se puede utilizar durante el tratamiento, traslados a quimioterapias, radioterapias y/o en la compra de medicamentos que generen bienestar; y por último, servicios adicionales como enfermera en casa, orientación virtual al cuidador y orientación virtual de salud emocional.
En conversación con la presidenta de Seguros Alfa, Sandra Solórzano Daza, “Un seguro ante una enfermedad grave es un respaldo económico que se traduce en un alivio, para que los pacientes y sus familias no tengan que preocuparse por atender los gastos derivados de la misma, y el abordaje de la enfermedad sea integral: físico, emocional y económico. En Seguros Alfa, a corte del 2022, aseguramos 41.805 colombianos ante el cáncer, y durante el mismo periodo, pagamos indemnizaciones por $4,6 mil millones de pesos, incluyendo otras enfermedades graves. En el 2023 hasta agosto, hemos pagado por el mismo concepto $3,4 mil millones de pesos”, comentó.
De acuerdo con la Revista Colombiana de Cancerología1, que dio a conocer en uno de sus estudios los costos más elevados de tratamientos de cáncer, el principal es el metastásico con un total de 114 millones de pesos, seguido por el cáncer de mama regional, que alcanzó un costo total de 65 millones de pesos, teniendo en cuenta que este valor disminuye o aumenta dependiendo el tiempo en que se efectúe el diagnóstico.
Finalmente, analizando los gastos de manutención de dos personas que deben pagar arriendo, alimentación, transporte, medicamentos no incluidos en el PBS, entre otros, cuando una persona es diagnosticada y la otra toma el rol de acompañante, el costo puede estar entre los $3 y $7 millones de pesos mensuales, si se cuenta con un plan básico de salud, lo cual, se podría solventar con un respaldo económico traducido en un seguro de cáncer.